"Hacer más, sentirse mejor y vivir más tiempo". Con un eslogan sencillo y efectivo, GlaxoSmithKline (GSK) se presenta ante el mundo ostentando su condición de segunda compañía farmacéutica más grande del mundo y de ser la responsable de analizar las muestras de los atletas que serán sometidos a controles antidopaje durante los Juegos Olímpicos. Sin embargo, más allá de ese atractivo lema, hay un pasado muy reciente que involucra a GSK con el mayor fraude a la salud en la historia de los Estados Unidos.
"Ese tema se relaciona expresamente con Estados Unidos y asuntos que ocurrieron hace casi una década. Sin embargo, debemos reconocer lo que sucedió y aprender de nuestros errores", sostiene Alexandra Harrison, integrante del departamento de comunicación de la compañía que aceptó responder las preguntas de Terramediante un cuestionario.
Esta especie de defensa ensayada desde la empresa mediante una de sus voceras obedece al hecho ocurrido a comienzos de este mes, cuando GSK se declaró culpable en un caso en el que aparecía acusada de "promoción ilegal de ciertos medicamentos, de no revelar información relacionada con la seguridad (de los fármacos) y de hacer declaraciones falsas sobre los precios", de acuerdo con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos. Por esta razón, la empresa debió pagar una multa récord de 3000 millones de dólares para cerrar la querella.
Al hablar de "fraude", la justicia estadounidense se refería puntualmente a la comercialización de tres medicamentos: Paxil, el cual GSK vendía como un antidepresivo para niños cuando nunca había sido aprobado como tal; Avandia, un antidiabético del que no se alertaba sobre ciertos efectos secundarios; y Wellbutrin, fármaco para tratar la depresión severa que se publicitaba como un medicamento para "estar más delgado o tener más relaciones sexuales".
"GSK ha hecho cambios significativos en todos los niveles dentro de la empresa para asegurar que actuamos con integridad en lo que hacemos. Estos asuntos no reflejan la empresa que somos hoy", agrega Harrison.
Queriendo dejar de lado la polémica del caso, GSK vuelve a escena junto al Comité Organizador de los Juegos (Locog) y al King's College como uno de los integrantes del laboratorio antidopaje de Londres 2012. Con una operación de 24 horas durante los siete días de la semana, 150 científicos tomarán más de 6000 muestras hasta el 9 de septiembre, cuando finalicen los Juegos Paralímpicos. Tal operación es considerada la mayor de este tipo en la historia olímpica.
Buscando fundamentar que la transparencia en todo este proceso está garantizada, Harrison repasa los méritos acumulados por GSK para cumplir con esa responsabilidad: "Fuimos oficialmente acreditados por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA), que nos evaluó rigurosamente durante más de un año repasando, por ejemplo, protocolos de laboratorio, equipo, personal, tecnología, la seguridad y también los procesos de pruebas realizados por los científicos".
"Estamos muy orgullosos de nuestra sociedad con los Juegos Olímpicos y Paralímpicos", sostiene Harrison al referirse al vínculo con los organizadores de Londres 2012.
En tanto, a partir del 23 de este mes, las calles de Londres se verán invadidas por una campaña publicitaria que llevará el sello del gigante farmacéutico y que exhibirá a atletas representativos del Reino Unido (Marlon Devonish, Phillips Idowu, Beth Tweddle, el atleta paralímpico David Weir y Graham Edmunds) bajo el slogan "la multitud es mi única droga". Quizás, una forma de enviar un mensaje de compromiso y recuperar confiabilidad.
Olimpiadas en vivo por Terra
Terra, la mayor empresa de internet en América Latina, transmitirá en vivo y en alta definición (HD) todas las modalidades de los Juegos Olímpicos de Londres, que se disputan entre el 25 de julio y el 12 de agosto de 2012. Con producciones especiales y el seguimiento diario de los atletas, la cobertura cuenta con notas, videos, fotos, debates, participación del internauta y repercusión en las redes sociales.
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